Corres, vas cada vez más lejos, te vas perdiendo entre los árboles. No quieres encontrar la salida, sólo quieres desaparecer por un tiempo. El cielo comienza a nublarse, pero no es motivo para quedarse parado. Con lágrimas en los ojos vas dejando atrás todo lo que has querido y sigues queriendo.Rabia, impotencia, dolor... Tienes mil preguntas y ninguna respuesta. Da igual, continuas, hasta el final. Un gran precipicio, no hay nada más al otro lado.Cansada y derrotada te sientas. Golpeas las rocas del suelo con todas las fuerzas, las manos empiezan a sangrar. No duele, no tanto como lo que llevas por dentro.
¿Y qué pierdo si salto? Una de las preguntas que a mayor rapidez se repetía en tu cabeza.
Te quedas en el borde del precipicio, mirando todo lo que tienes por debajo de ti. Eso te hace sentirte fuerte. Recapacitas. Sólo se oye el silencio de la noche mientras la lluvia cae sobre tu rostro.
Una vez más, bajo la lluvia me verás derrotado.
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